Be_A translator

And a happy one!

(la T, de “traductores”)

 

Un billet en espagnol, à quatre mains avec José Manuel Manteca.

Petit aperçu des journées de l’Asetrad de l’an dernier à Cordoue, en attendant la (toute) prochaine édition en avril. Rendez-vous est pris cette année à Cáceres en Estrémadure… Une année, ça passe tellement vite que ce résumé a pris son temps…

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Ha pasado ya casi un año desde el último encuentro anual de Asetrad con motivo de su asamblea (que vuelve a celebrarse en primavera). La propuesta de la delegación cordobesa, durante la magnífica xuntanza en Santiago en otoño del 2015 (que bien hubiera merecido su propia crónica), de acoger la siguiente edición había sido muy aplaudida. Me había hecho muchísima ilusión su visita a Galicia. No podía no devolvérsela.

Asetrad nos recibió a lo grande en esta maravillosa ciudad de Al-Andalus: con el buen humor legendario de los corresponsales locales y la energía inagotable de la junta directiva, una gastronomía abundante a la par que deliciosa, notas sutiles de azahar por las calles y un programa ideal para estimular la curiosidad del gremio. Y tan encantados hemos quedado, que ¡mil cordo-veces volveríamos a esta asamblea!

Nuestra crónica de este encuentro a lo grande viene por capítulos, inspirados en un libro que algo tiene que ver con el título que hemos elegido. Para seguir jugando con las palabras en la línea de un entrañable fin de semana (#jugosdepalabras y #humorManteca [y no sé si añadir los #chistemalotraductoril o #chistaco de @jordibal]), vamos, que la o grande es la ô méga…

En fin, traductores y lectores empedernidos, nos seguís ¿verdad?

 

  1. Hombres venidos de la tierra y del cielo (viernes 22/04)

Convergemos de toda España, de varios puntos de Europa y de más lejos. Si bien es algo habitual en las citas de Asetrad, la ilusión sigue siendo la misma: ¡máxima! (Re)encontrarse con compañeros y amigos es otro motivo que hace que estos fines de semana sean muy especiales.

Y los encuentros empiezan durante el viaje: en el aeropuerto, en la estación de llegada o de camino al hotel. Os reconoceréis ;-). ¡Ni que fuera fácil por la judería cordobesa! Y continúan: primer registro y/o café, primera excursión, vestíbulo del hotel… ¡Cuánta alegría! Y así todo el fin de semana.

Como este se presenta de lo más intenso (tanto casi como los últimos meses de trabajo), opto por una siestecilla que rápidamente cambio por el primer pase de la #operaciónsalmorejo. Y aquí me tenéis en una terracita cerca del hostal (donde hemos parado bastantes) disfrutando de la fantástica acogida del sur, tranquilita, al sol.

 

  1. La cocinitas norteamericana y el cata-logo de Baenza

El viernes por la tarde tenemos cita en la facultad de filosofía y letras. Se inaugura el encuentro a lo grande, con dos cursos. Y ¡menú-dos ponentes!

Martha Gaustad nos deleita con apuntes sobre traducción gastronómica. Para ir abriendo el apetito, una introducción sabrosa. El plato fuerte será comentar cartas de restaurantes y ver cómo adaptar de la mejor manera posible el nombre de platos locales, tanto en inglés británico como americano. ¡De dar la brasa, nada! También hablamos de las últimas tendencias en alimentación y su incorporación en la práctica (por ejemplo, el uso de pictogramas para indicar alergias). Y la guinda: cómo elaborar propuestas que busquen la persuasión o recurran a eufemismos para conseguir conquistar al destinatario. Si lo propio de la cocina es ser creativo… Quedamos boquiabiertos. Y ¡con hambre!

Para la cata de aceite, nos trasladamos a un aula-laboratorio. Nos recibe y nos guía un eminente representante de la economía y tradición local: José Manuel Bajo Prados, secretario general del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Baena.

Nos per-catamos de colores, olores, matices, variedades, métodos y procesos.

Catamos y recatamos, pero antes hay que calentar el aceite haciendo circulitos con la mano y contando a la vez en coro. Igual es una especie de rito destinado a alejar cualquier espíritu cata-strofista en nuestra búsqueda del santo… gremial.

Traducción y catas entremezcladas, al contrario que el agua y el aceite. Porque, ¿qué es la traducción sino catar cada texto que llega a nuestras manos para poder sonsacarle todos sus matices?

 

  1. El veterinario de la yeguada

Resulta paradójico moverse por este mundo actual en que los vehículos de transporte cada vez tienen más caballos, mientras que los auténticos se encuentran cada vez más escondidos, relegados a exhibiciones y deportes como la doma.

Curiosos como no hay otros, los buenos traductores nunca desprecian una o-potro-unidad para ampliar sus conocimientos, y qué menos que aprovechar la estancia en tierras cordobesas para visitar una yeguada a lomos de la amplia sabiduría de nuestro veterinario juntero favorito, Llorenç Serrahima, quien había llevado las riendas de un ameno webinario de introducción (#AsetradCaballos). Es un terminó-logo que practica la terminología in situ.

A pesar de que las yeguas se hicieron esperar (pues estaban apartadas en una zona separada de las cuadras), aprendimos todo sobre el caballo español de la mano del dueño de la finca. Y no nos hizo falta saltar el potro para disfrutar de una fantástica cena en el propio recinto de la yeguada, a la luz de las estrellas andaluzas.

 

 

  1. Los libros y los días (sáb 23/04)

La jornada empezó con una presentación a cargo de Esmeralda Azkarate sobre accesibilidad en artes escénicas. Y @littlevoces nos dejó a todos sin voz con el proyecto Teatro accesible. Se entiende por accesibilidad acercar el teatro a todos, tanto física como sensorial e intelectualmente. Las visitas táctiles, la audiodescripción, el subtitulado, la lengua de signos y la accesibilidad en otros idiomas son herramientas valiosas. Un buen ejemplo de todo lo que se puede hacer, de las ramas que se pueden explorar y de las iniciativas que se pueden poner en marcha. Y de la dimensión tangible y útil de la traducción, que no ha de ser siempre virtual y desmaterializada. Comunicar o construir puentes y… accesos. Hasta dónde puede llevar la pasión y vocación de un profesional. (Se quitan el sombrero) [aplausos]

En el Día del Libro, pocos quisieron perderse la oportunidad de traer un ejemplar para intercambiarlo al azar con otros asetraderos. Daba igual que el libro envuelto en papel de regalo pesara más o menos libras, pues entre varios socios se libró una lucha para escoger el que más les atraía. Muchos idiomas y muchos traductores, pues, convivían en el baúl mágico. Algunos hasta se llevaron un libro sobre… traducción.

El siguiente pase de esta jornada sobre traducción editorial fue una mesa redonda sobre traducción literaria con Manuel de los Reyes, Sergio España, David Martínez y Antonio Rivero. Un debate ameno y amplio: “escribir es traducir y viceversa”, cómo empezar (o cómo empezó uno), gustos y adicciones, corrección, condiciones, derechos y cómo promocionarlos y defenderlos, educación de los clientes, evolución del sector y profesionalización de la traducción, papel de las asociaciones profesionales.

En #AsetradCórdoba, todo sabe mejor.

 

De la asamblea no contaremos mucho por aquí. Enhorabuena (como siempre) a la junta directiva por su gran trabajo. Y una llamada para animar a los socios a que participen (hay muchas maneras de hacerlo), contribuyan y también deleguen su voto. Mención de honor para el banco de tiempo, una iniciativa de/para los socios que ya funciona desde enero del 2017. ¡Cuánto camino recorrido desde Tudela (pasando por Santiago)!

Por la tarde, nuestra correctora favorita, Azote Ortográfico, quiso poner los puntos sobre las íes para aquellos interesados en la ciudad cordobesa. Y mientras los tradurunners huían (ya sabemos que correr es de cobardes), un grupo selecto de traduwalkers se lo tomó con más calma y se puso a caminar entre los misterios de Córdoba. Las explicaciones de Azote no precisaron de ninguna corrección. No hizo falta cambiar ni una coma. Y, aunque el calor del atardecer cordobés nos azotó ligeramente, no cundió el desánimo y pudimos terminar el paseo con los minutos justos para pasar por el hotel, acicalarnos y darnos un poco de chapa y pintura para ponernos guapos de cara a la cena de gala que cerraría la jornada. Bueno, la gala, incorregible ella, ¡iba en vaqueros!

 

  1. El bosque de símbolos (domingo 24/04)

Nos reunimos unos poquitos, lo que puede leerse como “bastantes” y hasta “muchos” si tenemos en cuenta que es la mañana siguiente a la cena oficial. Estamos en un parque al lado de la isla de los niños para disfrutar de #TraduZen, una nueva propuesta en esta edición asetradera. Si algunos se dieron de baja a última hora (¡eso fue hace nada al fin y al cabo!), quedan unos cuantos irreductibles que picaron, bien por curiosidad, bien por necesidad, o que pecaron de optimismo. Jesús, el monitor de Qi gong, nos ha preparado una sesión variada de estiramientos y ejercicios para darnos una idea de la disciplina, eliminar toxinas y coger buenos hábitos. Nos brinda un montón de explicaciones sobre los beneficios de cada postura desde el punto de vista de la medicina tradicional china. Jugamos a ser tortuga o grulla, al fin y al cabo todo desde la prezencia. Con calma. Con buen humor. Con purpurina de luz entre los árboles. Y el “momento masaje” como recompensa. ¿Que los traductores no nos sabemos relajar?

 

 

  1. La ciudad laberinto

La última actividad de este encuentro, también de ocio, nos llevó a explorar la ciudad. La visita empieza en el Patio de los naranjos de la Mezquita. Dos guías acompañan a nuestros dos grupos que se encontraran en varias ocasiones, ¡y no en las calles más anchas! Nos cuentan maravillas de la ciudad de los Omeyas cuyas influencias por capas dejaron huellas en la distribución del casco antiguo, con la Mezquita como ejemplo mayor de estas imbricaciones (para ilustrar el webinario previo #AsetradArteCor). Descubrimos el porqué de callejuelas estrechas de la medina, nos asomamos al Guadalquivir, recorremos también la judería y, fuera de las murallas, paseamos por unas calles famosas por el concurso de patios celebrado cada mes de mayo. Como para quedar todos… ¡patiodifusos! La visita remata cerca del Alcázar donde algunos empiezan a despedirse.

Un último picoteo en la plaza del potro o de la corredera (recomendación de la guía) y hasta de las… cañas (¡Qué se llama así!): más charlas amenas y muchas risas antes de echar todos a correr para volver a casa. Anécdota a la hora de pedir: la #operaciónsalmorejo bien puede acabar en… “salmorejas” (cuando te has empachado tanto de la gastronomía local que también podrías acabar un poquillo hasta las orejas).

En el andén de la estación volvemos a coincidir varios asetraderos, hasta Madrid al menos. Si es que nos encanta estirar el fin de semana y aplazar la clausura… Por suerte, la vida de la asociación sigue más allá del encuentro anual (que sí siempre es puntazo, un subidón y una recompensa). De momento, cada mochuelo a su olivo… Expresión muy apropiada, por cierto, cuando una vive en la que llaman la ciudad olívica.

Gracias de nuevo a los organizadores por esta magnífica “introducción a Córdoba” y todos los compañeros del gremio traductoril por un fin de semana espectacular, a lo grande. Dentro de este oficio, ya de por si precioso, el calor humano es lo que más destaca. ¡Y con creces!

[Y ahora viene la publicidad :-)]

Si no te has planteado acudir al encuentro de este año o si no te has apuntado todavía, te lo recomendamos. Tienes hasta el día 10/04 para inscribirte a todas las actividades. ¡Aún estás a tiempo! Venga, no debería ser una decisión extremaduramente difícil de tomar…

¿Nos vemos en Cáceres?

Vous vous demanderez ce qu’elle fait.
Vous vous écrierez qu’elle n’écrit (plus) rien.
Vous soufflerez en douce qu’elle ne manque pas d’air.

Ne la maudissez pas.
Peut-être n’a-t-elle tout simplement pas son mot à dire…

Ou alors…

Et si la réalité était toute autre ?
— Devinez.
Allons, un petit effort…

(Silence)

— Vous ne voyez pas ?

(Silence)

— Vraiment pas ?

(Silence)

— Bon.
Eh bien, voyez-vous, elle joue.

(Plus fort)

— J’ai bien dit : « elle joue ».

 

Elle joue.

Elle passe sa vie à jouer. C’est tout à fait son genre.

Elle touche à tous les genres certains jours.

Elle enchaîne, elle chuchote, elle récite, elle fredonne.

Elle joue avec le clavier, avec un crayon à papier, avec des post-it, avec Twitter, avec un stabylo, avec un stylo (rouge).

Elle joue avec la lumière, avec un dico, avec sa chaise, avec un logiciel, avec un précis.

Elle joue avec les mots.

Surtout.

Sur tout.

 

Elle joue à dompter les mots récalcitrants qui jouent eux-mêmes avec ses nerfs…

Elle joue son avenir et sa crédibilité.

 

Elle joue un drôle de rôle.

Elle joue sur tous les tableaux.

Elle change de casque(tte).

Dans la coulisse. Un écran pour rideau.

Peu de temps pour souffler pourtant.

À peine pour reprendre son inspiration.

 

C’est rock n’ rôles, oui.

 

Elle joue. Elle est truchement, mais ne triche pas.

Elle joue dans la nuance.

Elle joue, dans tous les sens du terme.

Elle joue à démasquer, à recadrer, à représenter.

Elle joue la précision.

À la perfection.

 

En fait, elle joue tellement qu’elle en oublierait ses muses.

Il faut bien quand même que ça l’amuse parfoissouvent.

Il y a longtemps, sinon, qu’elle aurait décroché.

 

Un autre rôle.

 

Quitter la scène. Âme-usée.

 

Au lieu de cela, elle continue ses essais. Elle planche.

Elle persévère. Elle s’efforce. Elle y consacre toutes ses forces.

 

Pour mieux faire et parfaire son ouvrage, elle se le répète tous les jours.

Et elle répète. En mouvement.

Elle répète des segmentsphrases, des paragraphes, des pages entières, des textes, des publications, des livres.

Elle répète de longues tirades, des messages, des secrets, des dialogues même.

Elle répète inlassablement les mêmes manipulations tout en variant les tournures et le style.

Elle répète et articule son texte.

Elle répète et redit dans une autre langue.

 

Une œuvre de tous les jours en plusieurs actes

qui la laisse parfois sans parole (et sans entracte).

 

Elle joue à écrire la « comme est dit ».

Et ce qu’elle écrit, c’est dans (le) texte.

 

(Silence)

— Y trouvez-vous quelque chose à redire ?

 

(Rideau)

Mise à jour d’un billet initialement publié sur feu beatranslator.eu le 08/07/2014.

 

La prochaine édition de l’Université d’été de la traduction financière (SFT), la huitième, aura lieu à Paris les 6, 7 et 8 juillet.

Et ça s’annonce très bien ! Le programme est d’ores et déjà alléchant (thèmes incontournables ou fonctionnels ; sujets d’actualité (et quelle actualité !) ; terminologie ; évolution des pratiques et de la réglementation). Quant aux intervenants, jugez-en par vous-même !

C’est la cinquième fois que j’y participerai et je ne peux que vous recommander d’en inscrire les dates dans votre agenda et de vous inscrire tout court ;-). L’enthousiasme est immédiat. Vous hésitez encore ? Cette chronique (personnelle) revient sur la 7ème édition (Bruxelles, juillet 2014).

L’occasion également de rendre hommage à notre capitale européenne, ainsi qu’aux organisateurs et à la SFT. D’avance, Bercy beaucoup !

 

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Bruxelles accueille les fêtes de l’Ommegang ce 1er juillet, mais j’arrive trop juste pour assister au premier rendez-vous (informel) de cette 7ème Université d’été de la traduction financière (#UETF14), organisée par la Société française des traducteurs. Pourtant adepte d’une autre reconstitution historique par chez moi, je rate donc la procession célébrant l’arrivée de Charles Quint dans cette ville du Nord, non sans palper l’ambiance fort chaleureuse de cette fête médiévale dans les rues. Sans trop de regret tout de même : je cohabite avec les Ibères toute l’année, et pardonnez le manque d’enthousiasme ; la monarchie n’a plus très bonne presse outre-Pyrénées… Cela dit, je serais bien allée à la rencontre de mes collègues et consœurs dès le soir même, mais j’ai une longue journée derrière moi et encore du pain sur la planche. Nous aurons, heureusement, tout le loisir de nous retrouver pendant ces trois journées de formation.

Le rendez-vous officiel est fixé le lendemain, 2 juillet, au palais de la Bourse, siège d’Euronext Bruxelles. Les stagiaires et formateurs sont invités à sonner la cloche pour marquer l’ouverture des marchés, une cérémonie désormais symbolique. Certains sont même invités à monter sur le podium !

Et ça donne à peu près ça : cérémonie d’ouverture des marchés (02/07/14 – vidéo)

Il est toujours intéressant de visiter des lieux chargés d’histoire, d’autant que le nom « bourse » nous vient tout droit de Belgique, d’une certaine famille Van der Beurse à Bruges, comme nous l’apprendrons/redécouvrirons plus tard au cours de ces journées.

Le programme des conférences est dense, les sujets variés, choisis en fonction de l’actualité ou de besoins de traduction avérés ou anticipés. J’ai choisi de les classer par thèmes :

Sujets d’actualité : la crise financière (vision d’un expert sur la gestion au niveau européen — et le manque de gestion —), la recherche de paradis juridiques (l’évolution du droit international ou les stratégies utilisées par les entreprises pour se jouer des frontières), l’évasion fiscale (sujet abordé lors d’une matinale de la délégation Île-de-France de l’association au printemps et qui a sans doute inspiré les organisateurs), notamment en Suisse avec le témoignage poignant de S. Gibaud, La femme qui en savait vraiment trop[Mise à jour 29/05/2016 : tellement d’actualité, que certaines interventions devaient tout particulièrement résonner quelques mois plus tard alors que l’affaire Swiss Leaks éclatait début 2015.]

Présentations générales sur le secteur financier : sources de financement d’un groupe international (en l’occurrence Rémy Cointreau), l’histoire et évolution d’Euronext (mise en abîme puisque nous y sommes !), les introductions en bourse.

Aspects techniques : indicateurs pour repérer les cygnes noirs, IFRS, MiFid II, marchés obligataires, conseil en vote et gouvernance. [Mise à jour 29/05/2016 : certaines interventions devaient tout particulièrement résonner (bis) avec la loi Florange, votée au printemps 2015…]

Communication : à l’honneur lors de cette édition, la communication de crise, un nouveau métier présenté avec brio, étayé de nombreux exemples et avec des recommandations spécifiques pour les traducteurs. Ont également été abordés la rhétorique et l’art du discours par un journaliste britannique du FT à l’humour décapant (@questingvole).

Quant aux conférenciers, qu’ils soient dans la place, experts, économistes ou traducteurs chevronnés, tous sont de haute volée ! Les commentaires échangés lors des pauses soulignent à la fois leur niveau de compétence et leur éthique. J’avoue avoir été étonnée par une vision lucide et critique de l’industrie financière, qui m’a remotivée. On est bien loin de celle qualifiée par certains de « bonne finance ». La gêne de travailler pour ce secteur m’a d’ailleurs été rapportée par plusieurs collègues. Je ne suis pas la seule à avoir remis mes choix professionnels en question ces dernières années (— Tu es toujours dans la traduction financière ? — Mouais, disons que dernièrement je suis plutôt « MiFid mi-raisin »). Cette dimension éthique a donc largement imprégné ces journées. Le hasard voulut que j’emmenasse un numéro de Philosophie magazine vieux de quelques mois dont le dossier central n’était autre que « Peut-on être honnête et réussir ? ». Je pense notamment à cet article lu pendant le voyage justement au sujet de La révolte des élites de Christopher Lasch. [Mise à jour 29/05/2016 : certaines interventions devaient tout particulièrement résonner (ter) avec l’interview de l’un des intervenants au sujet du « Grexit » (dont nous ont aimablement informés les organisateurs).]

Ces journées sont aussi une bonne occasion d’échanger sur le sujet et de partager ses inquiétudes. De rencontrer, enfin, des collègues« virtuels » depuis plusieurs années. De recueillir le point de vue de collègues plus expérimentés. D’apprendre à défendre davantage notre position. De mettre en exergue le code de déontologie de l’association. De nous mettre plus en valeur au sein d’un secteur pris d’assaut par de « grands » groupes de traduction industrielle. Tiens, la norme EN-15038 est revenue sur le parquettapis…

La formation comporte aussi des travaux pratiques :

  • Présentations-travaux dirigés, comme « Translating the Document de référence» sous forme de critiques de traductions ;
  • Jeu (secret) du tabou face aux anglicismes qui abondent dans les présentations. Nous sommes parfois mis à contribution pour en fournir une traduction ;
  • Glossaires personnels à étoffer au fil des conférences ;
  • Concepts à (re)découvrir ou approfondir ;
  • Ateliers« dédiés » :
    • français-anglais (Deixis). Je ne l’ai pas suivi !
    • anglais-français. Thème : duration et haut rendement, avec pour consignes la concision et produire un texte de vulgarisation. Le débat y est animé et illustré de vraies « obligations papiers ». Je regrette de ne pas avoir consacré plus de temps aux devoirs préalables.  [Mise à jour 29/05/2016 : et ça s’annonce encore sportif cette année.]

La « kriek » sur le gâteau : une table-ronde sur les tendances au sein du secteur et les perspectives pour les traducteurs dans ce domaine, des annonces d’organismes ou d’entreprises présentes et à la recherche de collaborateurs, la proposition en faveur d’un tutorat de traducteurs plus expérimentés pour former les plus jeunes et le réseautage lors des pauses. La négociation de précieux lingots en chocolat est un exercice imposé (trois identiques au départ, l’objectif étant de poser des options sur d’autres matières premières).

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Noir, c’est noir ! Bonne pioche !

Et c’est tout ? Eh bien non ! Les soirées sont l’occasion de se retrouver entre confrères (pour certaines, on ne s’était pas revues depuis 4 ou 5 ans !), de découvrir la gastronomie locale, de parler traduction et traductions, parcours et voyages, repassage même… (private joke pour quelques collègues qui se reconnaîtront)…

De lever le nez sur cette belle architecture bruxelloise…

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De se laisser épater par la galerie…

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Et bien évidemment de rapporter des souvenirs, en l’occurrence chocolat et « souches TVA » en français de Belgique, qui feront la joie de notre comptable (au passage, voici deux bonnes adresses à noter).

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Et certains auraient même du mal à partir le vendredi soir.

Un grand cruUne excellente cuvée cette UETF 2014 ! Communiqué de presse officiel d’Euronext Bruxelles. Un grand merci à la SFT et aux organisateurs et rendez-vous à Paris en 2016.

 

Épilogue :

Il pleut « comme Manneken-Pis » quand je quitte Bruxelles samedi matin. Sur la Grand-Place, je retrouve sans peine le chemin du retour vers Compostelle (et le temps de chien qui va avec).

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Un certain éloge de la lenteur, disais-je… Que sur le papier, alors, parce qu’au quotidien, c’est plutôt du 200 à l’heure. La (plus si) nouvelle année a démarré sur les chapeaux de roues, succédant dignement à 2015…

2015 ? Qu’est-ce que ça semble loin ! Pourtant, plus qu’y tourner en rond, j’ai l’impression d’avoir franchi un tournant et abattu des montagnes. Retour en mots-clés :

Le coworking : la bonne idée ! L’adaptation n’aura pas forcément été aisée, mais je suis très contente de cette (grande) décision. J’y reviendrai bientôt dans un « billingue » (un billet bilingue, nan mais).

Des rencontres professionnelles mémorables : j’ai été particulièrement gâtée en 2015, avec plusieurs manifestations en Galice + quelques déplacements ailleurs. Retrouver des collègues, apprendre (toujours) et passer d’excellents moments, voilà qui est, en tous points, enthousiasmant.

La formation à forte dose : j’en ai peut-être un peu abusé l’an dernier (Lenguando, SFT (On traduit à Chantilly et autres), Con trazo firme, Asetrad, eCPD, Leglosa et autres Moocs et webinaires), mais pour mon plus grand plaisir et avec d’excellents résultats et retours, et là encore, l’occasion de resserrer les liens avec des collègues.

Une plus grande diversification : alors que le marché français s’est nettement tari et n’est plus mon marché numéro 1, l’espagnol est revenu en force parmi les combinaisons/dossiers traités. J’ai aussi davantage varié les missions, avec de « très beaux » dossiers rédactionnels, voire littéraires.

Des aboutissements, enfin : 2 projets en TAV notamment, en chantier depuis plusieurs années.

Des résultats concrets et très satisfaisants ! : une meilleure gestion du temps (même pour les hobbys, hormis les périodes de rush bien sûr – soyons raisonnable !), une bonne santé (à chérir précieusement) et beaucoup moins de stress (le yoga devrait être obligatoire), un CA en progression (après quelques années plus tendues), une vie associative enrichissante, de bonnes relations clients/confrères/collègues, et concernant la traduction en elle-même, de meilleurs réflexes et réflexions (pilote automatique débranché) grâce notamment à deux excellentes formations et des efforts constants.

Des incertitudes ? Une surcharge de travail ? Oui, mais beaucoup moins de week-ends et de nocturnes au turbin. Et je cherche toujours des collègues qui ne connaissent pas ces désagréments, et j’en trouve peu, ma foi. Une microentreprise, ce sont des exigences et des impératifs. Ça n’est pas toujours un rythme facile tant il est soutenu, mais pour moi, c’est gratifiant, et je suis bien contente de mener ma barque passionnément.

 

Et le blog ? Oui, bon, alors. Voyons voir… Je reconnais n’avoir pas été très assidue, avoir privilégié la qualité des billets (1 par trimestre, petite moyenne) et avoir certainement manqué de discipline/pris peu le temps. Mais je me sentirais coupable si j’avais bullé ! Sans vouloir reléguer la tenue de ce carnet à la dernière place de mon emploi du temps, il est des tâches et des occupations qui ont forcément la priorité. Je me permets d’en partager le rapport annuel. Je n’y prêtais pas particulièrement attention les années précédentes, mais alors que ce blog génère peu de trafic, j’ai trouvé les résultats curieusement épatants. Suffisamment pour me dire que cela va bien au-delà du défouloir, et que ça donne envie de poursuivre.

 

Et 2016 ? Eh bien, ma foi, elle a été bien arrosée. Les gratte-claviers sédentaires ont toujours beaucoup d’anecdotes à raconter à propos de leur vie au bureau, mais là nous risquons d’innover. Croustillante, celle-ci ? Pas vraiment, jugez-en par vous-même : il y a quelques semaines de cela, il a plu dans mon bureau à la maison. Si, j’vous jure. Même que ça ne m’a pas plu du tout. Par chance, l’incident en est resté un. Sans gravité donc (pas de dommages matériels, pas de compta détrempée, pas de PC les pieds dans l’eau, etc.), mais il ne manquait pas grand-chose (glacés, les marrons !) et ça a tout de même été un sacré contretemps. Vite épongé, cela dit. Au final, mon bureau est désormais plus clair, plus aéré, et les meubles déplacés ont même permis de dégager un coin piste de danse pour bouger son squelette pendant les pauses. [En 2016, c’est Nouvel An tous les jours !] Et sinon, il nous restera toujours le coworking…

Quant aux rencontres professionnelles et formations, c’est reparti comme en 402015. Si, j’vous jure. J’ai établi un plan d’action :

J’aimais déjà bien les formations de Con trazo firme, et voilà qu’ils proposent désormais un abonnement avec des réductions. What else ?

Me voilà déjà inscrite à 4 Mooc sur FUN, dès… la semaine prochaine !

« En avril, ne perds pas le fil ! » (ou ¡congresos mil!) : l’Aptic organise ses premières journées professionnelles à Barcelone, les 8-9/04. Et puis, la rencontre annuelle de l’Asetrad aura lieu à Cordoue, coïncidant avec la journée du livre (22-24/04). Y aurait-il à choisir entre les deux ?

Sur mon agenda également : l’UETF organisée par la SFT (Paris, en juillet), the formation dans mon domaine de spécialisation. Et dans mes rêves les plus fous : « On traduit à Cambridge » en août 2016. J’ai bien envie de répéter l’OTRAC, mais j’aviserai en temps voulu…

Bien sûr, toute formation (et un programme annuel complet ;-)) représente un investissement (en temps également). Même pas peur ! Il sera forcément rentabilisé, sinon à court terme, à moyen terme. Elles sont un moteur essentiel, pour se recycler, progresser, rester ouvert, curieux et motivé, et last but not least, dénicher des clients encore plus proches de votre profil et de vos attentes (une démarche judicieuse pour mieux démarcher ;-)). Que vous soyez tout juste diplômé(e) ou aguerri(e), mieux vaut ne pas de s’endormir sur ses lauriers. Bon après, vous n’êtes pas obligés d’y consacrer presque toutes vos pauses et vacances comme certaines… Et vous aurez bien d’autres idées et préférences pour bien attaquer l’année et débusquer de nouveaux prospects tout en continuant à vous faire plaisir.

Ici, à peine remise de 2015 (challenging, quand même), je m’y suis vite remise… Tellement vite que je ne me suis pas vraiment arrêtée… Ben ouais. Ben non. Mais en même temps, rien de grave : « En 2016, c’est Nouvel An tous les jours ! » Et surtout, quand on aime, on ne compte pas… Et quand on exerce en indépendant, on ne compte presque que sur soi. Et chaque année, tout est un peu à refaire. Le début d’année donne un peu le vertige (syndrome de la page blanche), et on est plusbeaucoup plus frileux (syndrome du tiroir de la caisse enregistreuse vide). Alors on est absolument fourmi : ça fourmille d’idées et de projets ! Or, cet horizon avec plein de cases à remplir, c’est une chance aussi : tout (ou presque) reste à inventer, à saisir, à écrire (et surtout à traduire !). Allez, hop !

J’espère que, comme moi, vous aurez entamé 2016 plein d’allant, et je vous souhaite une très belle année (moins un mois certes, mais plus un jour ;-)). #andbeahappyone !

CarteVœux BeA_translator_2016

Chronique d’une formation hippiqueépique.

J’oserais presque signer Madame de Stalles* tant je livre cette chronique tardivement. [*Voir liens vers les lexiques en bas de page]

La fin de l’été, puis l’automne n’ont pas été de tout repos et il a bien fallu ménager ma monture. Je me devais quand même de publier ce billet avant la fin de l’année, même si je teste une nouvelle technique pour le blog (et, dans la mesure du possible, pour les dossiers, même si les délais et les impératifs ne sont pas les mêmes) : laisser le texte reposer. Un éloge de la lenteur, en quelque sorte. [Ah bon, on n’avait pas remarqué] Premier jet + biffer, ajouter, supprimer, déplacer, reprendre le texte… Deuxième jet (et rebelote), etc. [Tiens, ça me rappelle quelque chose] À titre d’illustration, j’ai choisi de laisser quelques corrections réelles ou tournures fantaisistes dans ce texte. Autant dire que les bénéfices de cette formation ne cessent de se faire sentir ! Sans doute, dussé-je également expier mon absence de participation au concours de traduction postérieur pour exposer ainsi ainsi exposer mes ratures publiquement. Quelle audace !

Mais place à la course !

La traduction, c’est notre péché miniondada. Pour preuve : nous étions nombreux à nous être inscritsnombreux étaient les inscrits à « On traduit à Chantilly », première édition européenneen Europe des séminaires et/ouet rencontres de la série « Translate in [somewhere]/On traduit [quelque part] ». Après un quarté gagnant en Amérique du Nord {Translate in the Catskills (2011) ; On traduit dans l’Estrie (2012) ; On traduit à Québec (2013) et On traduit dans les Laurentides (2014)}, le meeting prenait cette fois des allures de grand Derby (car il faut rendre à Chantilly ce qui est à Chantilly…). Et à guichet fermé, s’il vous plaît. [telmankizéténombrœ]

Pour y assister, quelques irréductiblesces professionnels passionnés n’ont pas hésité, en ce début du mois d’août, à consacrer quelques précieuses journéesjours précieux : (plusieurs optionsréponses possibles)

  • De travail
  • De congés
  • De semi-vacances (pseudo-vacances ?)
  • De vacances en famille

Les plus fougueux ont même traversé l’Atlantique ou sont même, voire sont venus de plus loin… Et dans le lot, les plus dociles s’attelleront à nouveau à la tâche en fin de journée [qui donc se reconnaîtra ? ;-)]. Quelle folieQuel beau mental !

Et qQu’est-ce qui pouvait donc bien les amener à changer de casaque et à troquer, en aoûtau cœur de l’été, le surf pour le turf ? Les pistes animées par des disc-jockeys pour un jockey-club en bord de piste ? L’ipod pour un hippod’ ? [Ne serait-ce pas là un peu tiré par la crinière ?]

VoiciJe vous donne quelques pistes :

  • Le cadre était alléchant attrayantsomptueux (j’ai envie d’écrire irrésistible).
  • Le programme tout autant.
  • L’ambiance se voulait sérieuse studieuse mais sur un terrain léger…

Placée cet été sous l’égide de la SFT, On traduit à Chantilly (hashtag mot-dièse #OTRAC) se présentait comme une formation, d’une part, ludique et décontractée et, d’autre part, enrichissante et nécessaire. Si j’avoue être friande de formations, force m’est de reconnaître queje me laisserais moins tentée en plein été par une énième formation d’informatique, de compta, de conseils de démarchage ou de tuyaux en tous genres« utilitaire » ou liée à ma spécialité, quoique toutes très honorables. En revanche, une formation abordant les questions de style est plus séduisanteengageante. Et puis, d’autant qu’elles sont moins nombreuses et qu’il est appréciable de s’arrêter quelques jours pour s’y consacrerd’y consacrer quelques jours. C’est qu’on n’a pas assez Nous n’avons guère le temps de le faire systématiquement entre deux (hormis grâce au concours de quelques relecteurs dévoués permettantfavorisant les de nombreux retours et les échanges), et pas assez calmement ou avec suffisamment de recul en tout cas. Or, c’est finalement ce qu’on aime le plus : rédiger, décortiquer le puzzle du texte source pour le restituer fidèlement et habilement, traduire, écrire, peaufiner… La SFT propose des formations de ce genrela sorte sur plusieurs semaines à Paris, auxquelles nous ne pouvons pas tous participer. Alors en trouver une intensive pendant les grandes vacances, quelle aubaine ! Avec un autre attrait puisque rendez-vous était pris en Europe. Ce serait l’attrait décisif. On traduit à Chantilly, ça a été pour moi la formation de l’année [« the formation », en bon français].

Ah, ils Sont Fous ces Traducteurs… ! Ou pas. Quoi de mieux, en effet, que de se mettre en vert pour s’entraîner ? Peut-être ne savent-ils pas s’arrêter. Ou ne le veulent-ils pas. Et si la question ne se posait même pas ou était ailleurs ? Cultiver sa passion, rester dans la course, évoluer sur d’autres terrains et progresser vont certainement de soi dans ce beau métier. Et l’écurie use plus le cheval que la course, dit-on…

 

Ces trois journées ont été savamment orchestrées par de vieux poulainsdesdes purs-sangs pour le plus grand plaisir des participants. Schéma de la coursede ces journées :

« Allô, docteur Termino ? »/« The Word Doc » : mise en bouche en tout début de matinée sur un terme épineux. Par exemple : le fameux verbe « permettre », si cher à Dominique Jonkers (voir le blog Traduction anglais-français de René Meertens. Ici aussi)

Le « Traduel »/« Slam » : une rencontre au sommet où des traducteurs professionnels chevronnés croisent le faire sur un texte d’actualité. Un exercice de haute voltige ! Et nous nous sommes régalés à les voir expliquer, défendre, voire critiquer leur version. Hummm pour humilité, humour et traductions humaines. [Non, personne n’est monté sur ses grands chevaux.]

NB : ces deux premiers rendez-matinaux ont presque fait office de rond de présentation des différents intervenants — tout au moins pour ceux qui ne les connaissaient pas —, et auront permis d’en admirer le panache. [Je me permets, mais ça mériterait sans doute une correction.]

Petite curiosité : lors d’un débat animé autour du terme « bobo/Boboland » cité dans l’article de Charlie hebdo ayant servi de pré-texte au « Slam », j’en déduis que, pour un public anglophone, les bobos seraient mi-hippsters, mi-hippies… Et pardonnez-moi l’orthogaffe : j’ai beau être concentrée, je relève parfois la tête sur les pistes et mon crayon s’emballe.

OTRAC, ce sont aussiensuite des ateliers : variés, intéressants, participatifs, au goût du traducteur. Dans le désordre : yoga syntaxique et gymnastique du texte ; style du marketing ; macroéconomie ; traduction littéraire ; révision/correction [comment dresser ou redresser un texte] ; ponctuation ; gallicismes ; traduction pour le monde de l’entreprise ; adaptation publicitaire, etc.

Mon classement des points positifs (pour reprendre l’ingénieux « top 5 » de Chris Durban) [oui, c’est un peu private joke]

  1. Les formateurs : la crème de la crèmeOTRAC_tw Nick[j’y avais pensé comme titre pour cette chronique]
  2. L’aspect formation/transmission, collective et horizontale (prendre le temps de décortiquer ensemble, mettre en commun/échanger, apprendre, enrichir)
  3. Le travail sur la richesse de la langue, notamment l’occasion de redonner à la musicalité d’un texte toute sa placetoute sa place à la musicalité d’un texte (rythme, figures de style). [J’en tiens bien plus compte à l’heure de prendre certaines décisions.]
  4. Le public passionné et plutôt docile, et l’ambiance fair-play (quelque coups de cravaches auraient pu se perdre face à certaines de nos maladresses)
  5. La diversité : des profils et des horizons, des sujets et des ateliers, des méthodes et des ressources. Et des accents ! OTRAC_tw Anne de Freyman

Autre bonus : un « Et vous, c’est quoi votre technique de réseautage ? », lancé lors d’une pause-café. J’ai testé chaque jour ceci : déjeuner avec une personne que je connaissais déjà et d’autres, pas du tout. Pas complètement audacieux, mais cela a porté ses fruits !

Un Parispari gagnant, cette formation ! Ou comme diraient mes petits neveux « Vraiment trot bien ! »

Je me place pourtant du point de vue de ceux prenant le départ à Paris chaque matin (les outsiders ?). Ayant fait le choix d’y loger, j’ai donc omis le volet festif de l’évènement : drinks, dîner royal au Potager des Princes, visites du site [qu’on m’a dit]. Nous avons, les outsiders, misé gros : après une galopade dans les rues et les couloirs de la capitale, nous devions encore remporter la course d’obstacles sponsorisée par la SNCF (retards, panne, absence de clim’). Nous avons quand même apprécié les conversations animées dans le train (groupe un peu plus nombreux chaque jour) et la marche matinalede bon matin à travers les petits sentiers du sitesous-bois.

– Bon, et que se passe-t-il après ? Car, il y a bien un avant et un après, non ?

– Assurément. On veillera à vite se remettre en selle, et on n’est pas à l’abri de retourner à son bureau, tout nostalgiquecafardeux… [sans virgule, n’est-ce pas le bureau qui semble cafardeux ?]

OTRAC_tw Art4uOTRAC_tw Angela

Mais c’est aussi un exercice plaisant que l’après : la motivation atteint des sommets ; on trouve vite de quoi mettre en pratique ce qu’on a appris ; les textes — même rébarbatifs — se mettent à chanter davantage [enfin peut-être pas quand même] ; on a élargi son réseau ; on peut envisager de nouvelles collaborations, soit qu’on ait fait de belles rencontres, soit qu’on ait plus de vivacité… On pourra ainsi prendre une longueur d’avance (en se montrant plus rapides, en ayant plus de réflexes et d’agilité et les méninges qui vous titillent, ou en faisant montre d’un style épuré et plus concis). On se sentira (encore) plus à l’aise sur des textes rédactionnels, et ce dès le premier jet et on saisira plus habilement le message et l’intention du client. Ah « ces lendemains qui Chantillyent » où les élans foisonnent !OTRAC_tw Nelia

Et puis, il nous restera toujours l’abonnement au PMU (Pour un Meilleur Usage) et :

Des Pépites sur le bout de la langue

Magistrad @Magistrad_Plus

Anglocom

En suivant la méthode de François Lavallée consistant à « désactionner » notre pilote automatique, nous avons été invités à nous réapproprier le sens des mots et expressions (c’est-à-dire à ne pas associer trop rapidement et systématiquement tel terme anglais à tel terme français) et à éviter les sous-traductions, les calques, le manque de précision, le manque de naturel. Depuis « On traduit à Chantilly », chasser le naturel est difficile ; il revient… au galop !

 

Les lendemains qui Chantillyent, c’est aussi un concours de traduction à la fin de l’été. Messieurs et mesdames les juges, attendez-vous à un photo-finish ! [Moi, j’ai carrément raté le coche.]

La prochaine édition (été 2016) aura-t-elle lieu à Broadway ? Dans la campagne anglaise ? Ailleurs ? Les paris sont ouverts !

Merci à tous pour cette belle formation !

[Mise à jour mars 2016 – Les jeux sont faits : ce sera Translate in Cambridge/On traduit à Cambridge du 8 au 10 août !]

 

PS : à vos stylos rouges, bien sûr, si vous souhaitez apporter des corrections à cette chronique.

 

Quelques liens pour les curieux (et les autres) :

Dictionnaire hippique

Vocabulaire des courses 

Introduction aux courses hippiques françaises

Les chroniques du turf de Michel MoriceIMG_20150907_144601

Photo bea_translator (Instagram)

 

Mise à jour d’un billet initialement publié sur feu beatranslator.eu le 26/01/2014 (nouvelle mise à jour : 31/01/2016).

La rentrée des classes semble déjà loin ; apprendre, découvrir, se former, étudier, potasser, c’est classe toute l’année !

En plus des risquesjoies du métier, notre quotidien de traductrice indépendante s’est enrichi ces dernières années d’une nouvelle pratique pour rassasier nos esprits curieux : la formation tout au long de la vie. Et voilà la belle formule désormais affublée d’affreux anglicismes : e-learning, webinaires, social learning et MOOC, qui auront bien faitvite fait de prendre le relais sur les formations traditionnelles.

Mais non, je ne me moque pas des centres d’enseignement à distance, d’autant qu’ils ont été, un peu à leur manière, des précourseurs. Ils ont, à leur époque, ouvert la voie à la conciliation études/vie perso/vie pro/curiosité insatiable… Certaines universités proposent encore des formations à distance. Celles-ci ne seraient donc pas encore tombées complètement en dés-étude. Outre le CNED, citons par exemple en sciences humaines, le SéPad (Service d’éducation permanente et à distance) de l’Université de Champagne-Ardenne ou en droit, le Centre Audiovisuel d’Études Juridiques des universités parisiennes (CAVEJ).

Ajoutons-y un nouveau réseau : les Universités numériques thématiques (UNT) http://univ-numerique.fr/, au nombre de sept, dont L’Université Numérique Juridique Francophone (UNJF) (@UNJF) et Unisciel, l’université des sciences en ligne (@Unisciel), que j’ai également classée dans les Mooc.

Les nouvelles possibilités qui s’offrent à nous n’ôtent rien non plus de leur mérite aux formations à distance proposées depuis quelques années également par les associations de traducteurs ou autres entités dans ce secteur, à travers conférences à suivre en direct et téléformations-webinaires. D’ailleurs, aucun MOOC actuel ne saurait leur faire concurrence à-c’que-j’sache… À moins que ces webinaires que vous choisissez de suivre ne constituent, mis bout à bout, votre SOOC personnalisé (S pour solo ou parce que sooc me fait penser à « socle »). Car elles sont bien cela : des formations ciblées, professionnalisées et dispensées par des collègues expérimentés. Est-il encore bien nécessaire de les citer ?

Bon allez, petit tour de table (liste non exhaustive) : la SFT en France, et en Espagne : l’asetrad, l’aptic et l’atrae. Plus les organismes eCPD Webinars (R-U), et en Espagne : trágoraEstudio Samperecon trazo firme (désormais aussi en streaming !), Cálamo&Cran, ou encore des formations très spécialisées (par exemple, Leglosa, dont sa formation Droit commercial comparé espagnol-français-espagnol et des formations en droit français, ou encore Trainings for translators). Pour les autres pays, je veux bien des tuyaux.

Tout ça, c’était déjà bien.

Mais ça n’est pas tout, Mesdames et Messieurs. [roulement de tambour]

À celles-ci, sont venus s’ajouter des réseaux de conférenciers (au hasard, TED Talks) ainsi que des formations en ligne proposées par des universités et écoles du monde entier dans le cadre de différentes initiatives. Et tout ça, c’est encore mieux. Abondance de thèmes, de contenus, et pléiade d’institutions/établissements/organismes/centres/universités via différentes plateformes. Et désormais, à grande d’échelle ! Les MOOCs deviennent ainsi armes d’instruction massive. Et toc !! Le MOOC (de l’anglais Massive Open Online Courses) est, selon la très belle définition d’Unow, un « format d’apprentissage en ligne, adapté aux nouveaux besoins de la formation. Tout au long de la vie. », à laquelle j’ajouterais « ouvert au plus grand nombre ». Il faudra, dans tous les cas, oublier la traduction littérale « cours massif ouvert en ligne » fréquemment rencontrée, et lui privilégier la traduction officielle « cours en ligne ouvert à tous » (France Terme, qui mentionne toutefois en remarque « cours en ligne ouvert et massif (CLOM) »). Quant à la phonétique, elle reste un mystère : du [mouk] au [mok], en passant par [mook], [mooook], voire [moak] (certainement en réponse à la question « Quoâ ça ? »)

[Mise à jour 2016 : un nouvel acronyme a fait son apparition. Il semble, enfin, que tout le monde soit d’accord : FLOT pour « Formations en ligne ouvertes à tous », ça sonne bien et ça leur va bien à nos Mooc !]

Certaines de ces formations sont « certifiantes », certaines payantes. Toutes sont interactives et enrichissantes. Ce qui me plaît à mooic, c’est d’avoir accès à des formations sur des sujets proches de mes domaines de compétence, ou alors pas du tout, de pouvoir aborder carrément autre chose (pour la curiosité, la culture G, la frime ou une passion secrète et inavouée) ! Attention toutefois, cela peut-être entêtant…

Voici donc quelques conseils pour bien choisir son MOOC. Et le mini-guide de France Université numérique « À la découverte des MOOC ».

Et maintenant, le moocment tant attendu, Mesdames et Messieurs. Sous vos applaudissements. [applaudissements]

Répertoires de MOOC :

Mooc Francophone @moocf

Mooc-list en anglais @MOOCList

Mooc.es en espagnol @esmooc

Les plateformes/communautés MOOC (MOOCunautés ?) :

International

Coursera (un peu tout !) @coursera

En anglais

Udacity (informatiquesciences)  @udacity

Un peu tout :

Open Learn – The Open University @openuniversity

EdX @edXOnline

Iversity @iversity

Open Learning Initiative – Carnegie Mellon University @cmuoli

OCW Consortium @ocwnews

Open2Study (Australie) @Open2Study

En français

France Université numérique (FUN) @universite_num En plus, c’est FUN !

Avec entre autres partenaires :

Unisciel, l’université des sciences en ligne @Unisciel

Le CNAM @LeCnam

Également :

OpenClassRooms (informatiquesciencesentreprise@openclassrooms

Leeaarn, Université collaborative des entrepreneurs

Neodemia, avec notamment ses Moocs d’entreprise @Neodemia

France Business School @FranceBS

Digischoolcontenus éducatifs en ligne @digiSchool_com et @digiSchool_fr 

Thinkovery, des vidéos courtes abordant « les savoirs d’aujourd’hui » par grands thèmes (sur abonnement) @Thinkovery

En espagnol

UNED COMA (languesentrepriseart)

Tutellus (payants pour la plupart) @tutellus

Uni-Mooc (entreprise)

Mussux (formation en ligne) @Mussux_F2F

En espagnol et portugais

Miríada X (un peu tout !)  @miriadax

Red UNX @ComunidadunX

 

MOOCs thématiques/divers/uniques en leur genre :

MOOC FLE Travailler en français, une initiative expliquée ici. Vivement une nouvelle édition !

MOOC Réchauffement climatique de la Banque mondiale sur Coursera #wbheat

Skillshare, des projets, du concret, du pratique pour vous voir à l’œuvre @skillshare

Nouveauté 2016 (entre autres) : le mooc Racines de l’Université de Lorraine @mooc_racines

Campus virtuels :

Harward University On line learning

University of the people @UoPeople

Akadem, le campus numérique juif (religion, philo, société, histoire, politique, culture)

Plateformes pas plates du tout :

Khan Academy @khanacademy

TED Talks @TEDTalks

Je triche un peu : ceux-ci ne sont pas de vrais MOOC. Pour une fois, vous pouvez bien créer votre MOOC vous-même, à la carte !

Inventez et/ou soutenez un MOOC, justement, avec moocStarter. C’est expliqué ici.

Autre initiative pour contribuer aux #MOOCs : « My Mooc, l’apprentissage 2.0 » (en financement participatif) @My_Mooc

Et si ça n’est pas assez monstrueux pour vous, allez faire un saut sur le site moocmooc.

Et bien sûr, vous pouvez indiquer d’autres bonnes adresses dans les commentaires ou me les envoyer par courriel pour que je les ajoute à ce billet. Ou nous inspirer avec les intitulés de moocs que vous suivez/avez suivis.

En somme, à l’heure du numérique et du village global, suivre ces formations serait le MOOC plus ultra ! Une mode ? Je m’en mooc ! Ouvertement !

[Mise à jour 08/06/2016 : je vous propose d’utiliser le mot-dièse #dequoitutemooc pour relayer les moocs que vous suivez 😉 ]

Je m’en mooc, ça veut dire aussi :  « je m’en mets plein les oreilles, plein les yeux, plein les neurones. » Tous les accros aux moocs vous le diront. C’est désormais inscrit dans notre culture et notre patrimoine numériques. Nous sommes de vrais moocœurs, à savoir des cœurs à apprendre !

Du grec νεο.

 

L’Eurogroupe est sur ses gardes alors que la « rilance » de Mme Lagarde a tourné en « austéricide ». Un néoclassique.

Dans les pays périphériques de la zone euro, des politiques budgétaires méga strictes et mégalos ont été plus des saignées que des injections. Un démantèlement démentiel, quoique démenti, de la structure et du tissu économiques qui, plus que stimuler l’économie, a exacerbé la Dépression.

Alors qu’une partie de plus en plus grande de la population de ces pays se voit contrainte de réclamer sa pitance, c’est le cordon de la potence qu’il faudrait couper. Ne plus laisser faire. Ne rien laisser passer.

Mais comme nous le rappelle cet article, c’est que la notion d’austérité en tant que telle n’existe pas en allemand et que le principe de faire des économies y revêt une connotation forcément raisonnable, donc favorable.

Sauf que dans la pratique, faire faire des économies équivaut à défaire les économies.

 

En France, l’« ubérisation » de l’économie serait tout autant une défaite. J’entends déjà la réplique d’un taxi parisien :

« Je vais vous dire, moi, ma p’tite dame. Réinventer l’économie, on n’a jamais vu ça ! Mais quelle bande d’« huluberlus ».

Ça me rappelle un tweet :

Taxi_arrangement

Pourtant, depuis longtemps déjà, les « ubermarchés » (du grec ancien ὑπέρ, hupér) ont assassiné les petits commerces et sabré petits producteurs, fournisseurs et artisans.

Rien de neo sous le soleil.

Heureusement « Deutschland über alles » (l’Allemagne au-dessus de tout »).

[Mise à jour 08/06/2016 : enfin, un peu de neuf, puisque le langage évolue… Après               « l’économie de plateforme », « l’économie de plateformes » ou « l’économie des plateformes », entendu ce jour dans les matins de France Culture : « la plateformisation de l’économie » (NKM). Deux lectures à ce sujet (il est grand temps de se recycler) : « Le monde selon Uber » (Le nouvel économiste, 13/04/2016) et « Le buzzword de l’année 2016 ? Plateformisation » (Journal du net, 05/01/2016) ]

 

Pendant ce temps, en Espagne, plus qu’une défaite, c’est la débâcle à coup de politiques bâclées. Ici aussi, on sabote, on fait à la diable. Une loi dite de sécurité citoyenne est entrée en vigueur hier. Ironiquement, elle préconise des mesures plus néo-fascistes que néo-conservatrices. À défaut de veiller aux affaires de la cité, l’on met en place un État policier. Cette « loi du bâillon » servira certainement d’anesthésiant pour doucereusement endormir les citoyens au cas où le ballon rond et la télé-réalité n’étaient pas suffisants. C’est qu’il a bien fallu que le mouvement du 15M, Podemos et les diverses gauches, populaires eux, trouvent une brèche quelque part pour faire entendre leurs voix — selon l’acception « son » ou « chant » pour le premier et « vote » pour les autres. Il faut bien les contrer ces jeunes néophytes. Les caricatures du gouvernement et de la famille royale via les réseaux sociaux sont désormais réputées « apologie du terrorisme ». Mais on était Charlie et les islamistes sont des charlots. Les manifestations assises et la résistance passive sont désormais strictement interdites. Un barrage contre le pacifique. Une pseudo-sécurité en rien rassurante. Une réalité détestable qui ne peut que déstabiliser un pays.

 

Venons-en à la Grèce.

Sans doute désormais montré du doigt, c’est à Paul Krugman que l’on doit « Grisis ».

Crise. Crise de la dette grecque. Disent-ils.

« Dans la médecine hippocratique, en effet, la crise désigne la phase de la guérison/rémission » (Vincent Duchaussoy).

La rémission par la réémission de monnaie ? Démission ? De qui ? La mission est périlleuse. La remise sur pied de l’Europe après descente de son piédestal aussi.

On parle de « Grexit ». Et je me demande : l’issue est-elle une sortie de la Grèce suite à la crise ? Et si la sortie de crise venait de la Grèce ?

Sauf que, pendant ce temps, on nous parle de nous désolidariser de la Grèce, de « dégrécer » le mammouth en quelque sorte. Avec l’Allemagne, impossible de « (sy)rizaliser ».

Je vois déjà les panneaux « Bienvenue en Europe. Un néo-continent sans un poil de Grèce ».

[Mise à jour 08/06/2016 : « Grexit » et « Brexit » ont fait leur entrée dans le dictionnaire.]

L’économie, qui n’est pas une science exacte, ne pouvait être qu’un terrain propice à ces évolutions du langage, car toute en mouvance.

À noter l’évolution un tant soit peu curieuse du terme « néologisme » lui-même, d’« habitude de langage fautive » à manifestation d’un état psychiatrique délirant, en passant par les détours de langage, voire une dimension péjorative de « caprice » (je vous renvoie au cnrtl).

Un article extrêmement intéressant abordait, il y a déjà quelque temps, les nouveaux mots de la crise. Même si les traducteurs militent généralement pour l’enrichissement du vocabulaire et sont friands de néologismes, je pense que la plupart de mes collègues me suivront : plus qu’amusants, certains mots nouveaux (et les concepts qu’ils emballent) sont navrants, laids et perfides. Hupér vides de sens. Aussi.

 

Ce qui m’intéresse surtout dans les nouveaux concepts et les néologismes, ce n’est pas tant comment les traduire (d’ailleurs ceux désignant des concepts « universels » naissent en parallèle ou se traduisent les uns les autres — je pense à « austéricide/austericidio » [lequel apparaît en premier ?]), mais ce qu’ils traduisent.

Car sous la mouvance des concepts et des termes qui les accompagnent — ou les rebaptisent si l’on en croit la racine grecque —, il y a mouvance des acteurs. Éventuellement celle des peuples s’ils font preuve d’initiative, disposent d’une marge de manœuvre, se mobilisent et/ou s’indignent.

Le financement participatif (de l’anglais « crowdfunding ») élargit son champ d’action et la société inscrit désormais l’économie dans les projets auxquels elle veut contribuer.

On voit ainsi émerger une sorte d’appétence des individus contre l’appétence (ou appétit) pour le risque des investisseurs (et pas petit) et l’incompétence des technocrates. Le renflouement, ou j’oserais dire « le renfoulement » de la part des citoyens/particuliers/individus avec une vision collective face au flou et à l’incertitude prônés par des dirigeants fous, collégiaux mais avec une vision eurocentrique (euro-et-égocentrée, j’entends) qui ne font guère montre d’un sens prononcé de l’orientation mais nous orientent plutôt vers une guerre économique écrite d’avance, où les oligarchies néolibérales font main mise sur ceux qui travaillent de leurs (petites) mains.

Un vent nouveau nous venant de Grèce ? Utopique, sans doute. Je me prends pourtant à espérer.

« Démo ». Entre la volonté de démocratie des uns et la démagogie des autres, peut-être serons-nous capables d’inventer ou de réinventer quelque chose. Pourquoi ne pas miser sur la « démogratie », la mobilisation de tout un chacun pour continuer à construire le bien-être des peuples face à la démo-bilisation des politiques et la démo-lition du tissu économique (et humain) au service des magnats de la finance.

Reste à en faire la démo-nstration.

« Démo ». Ou tout simplement, des mots nouveaux pour des maux vieux comme le monde. Et fous comme lui.

 

 

***

Pardonnez-moi l’expression. Ce billet d’opinion à forte connotation politique est écrit en marge de mon activité. La traductrice exerce un métier de communication ; le traducteur économique s’imprègne forcément de l’actualité. Et il arrive que ses propres mots risquent de faire irruption à n’importe quel moment du jour ou de la nuit. S’imposant, il faut bien qu’ils se posent quelque part. Sans compter que « catharsis », aussi, nous vient tout droit du grec.

 

Je signe ce billet spartiate, le plie et le supplie et je le range dans ma poche.

Je peux retourner à mes traductions impartiales.

 

À moins que tout cela ne soit qu’une simulation informatique.

« Il y a quelque chose qui ne tourne pas rond dans le monde » (Néo – Matrix)

Billet initialement publié sur http://beatranslator.eu le 13/11/2012

 

L’Espagne fait la une de l’actualité économique depuis des mois, et sa situation financière est logiquement un thème récurrent dans les publications des analystes financiers.

Il m’a donc été donné de traduire il y a quelques mois un document dans lequel l’auteur qualifiait de « courageous measures » les mesures d’austérité prises par le gouvernement espagnol pour ramener le déficit à des niveaux acceptables. Cette phrase avait alors retenu mon attention. Et ça n’était pas en raison de sa complexité syntaxique ou terminologique. En tant traductrice indépendante installée dans le pays en question et au fait de réalités économiques de plus en plus crues, il était tentant d’extrapoler une traduction de l’adjectif « courageous » en laissant libre cours à toutes les options possibles et imaginables se bousculant dans ma tête. Qui plus est, nourries de mon expérience de terrain… Ainsi aurais-je bien retenu un adjectif éventuellement connoté (« audacieuses »), voire complètement partial et hautement critique (« hasardeuses », « excessives », « inconvenantes » ou carrément « coercitives »), tout en rejetant d’emblée « énergiques » ou « résolues », des qualificatifs trop valorisants et trop braves à mon goût…

Oui, mais. Face à une commande de traduction, je ne dois pas oublier que je suis bel et bien traductrice et non pas pigiste pour un canard déchaîné. Je me dois donc de respecter une certaine éthique professionnelle et tourner mes doigts sept fois sur le clavier avant de frapper, même si je suis en complet désaccord avec l’opinion exprimée ou le qualificatif employé.

La mission qui m’incombe ne consiste pas à faire passer un message direct ou subliminal, ni à avoir le courage de mes opinions… Je dois m’en tenir au message du client et non faire valoir le mien… Le client justement ne m’a rien demandé !! Enfin si, mais sa demande est un tant soit peu différente : restituer son texte dans ma langue maternelle, de manière fidèle, précise et parfaitement adaptée au public cible, tant en termes de contenu/message que de registre, en employant la terminologie appropriée et en respectant les conventions d’usage.

J’ai donc joué la neutralité et l’impartialité en adoptant des « mesures courageuses » (après avoir tout d’abord retenu « fermes »), un choix somme toute très littéral. Il me semblait que c’était bien là l’opinion que cherchait à exprimer l’analyste, sans trop se mouiller, mais saluant tout de même les efforts déployés pour satisfaire la Troïka. Il aurait ses raisons de vouloir s’exprimer ainsi et ce n’était pas à moi d’en juger.

En tout cas, pas pendant le service, pas dans ma traductionla traduction de son document, qui est en fait SA traduction, SON texte.

Car, et c’est à cette réflexion qu’a abouti mon questionnement éthique : qu’importe finalement puisque le fait de traduire un texte n’implique pas en soi un cautionnement de ma part. Même dans un domaine qui nous passionne, nous pouvons avoir affaire à des questions sensibles, des sujets ennuyeux ou des idées qui entrent en conflit avec nos principes. Il peut y avoir « conflit d’opinions ». Or, si nous avons accepté la mission, nous sommes tenus à un engagement et ne devons rien sacrifier à l’éthique professionnelle. Après tout, même dans un roman, nous pourrions trouver des propos qui nous fâchent ou nous blessent et devoir tout autant les traduire. Le traducteur doit décloisonner et faire preuve de maturité/professionnalisme, d’autant que sa mission est bien nécessaire. Il est tout aussi important que des lecteurs puissent — parce qu’ils auront pu lire le texte dans une langue qu’ils savent/peuvent lire — accueillir favorablement une opinion ou s’en indigner, et dans tous les cas exercer leur sens critique.

Faire passer un message éventuellement subjectif tout en sachant se tenir à l’écart en n’étant que le passeur serait un défi ou du grand art, selon.

Et soudain, je redeviens plus sereine. Hein, elle n’est pas belle ma mission ? Alors même si j’ai souvent envie de boycotter ou de changer de secteur pour ne plus avoir à faire passer en français des opinions de financiers cravatés qui m’agacent profondément (les opinions, pas les cravates) ou vont totalement à l’encontre de mes idées, c’est un exercice stimulant qui aiguise le sens critique. Et puis l’économie me passionne même si je dois continuer à en lire des vertes et des pas mûres. Il est finalement très utile d’être au fait de l’actualité financière et des opinions répandues pour mieux les déconstruire au besoin…

Cela dit, l’exercice de la profession n’est pas, selon moi, incompatible avec la possibilité (ou pour moi, la nécessité) d’exprimer ses opinions ailleurs (dans le respect de l’obligation de confidentialité et des engagements professionnels du traducteur), de s’engager et d’agir sur le terrain pour faire valoir ses droits en tant que professionnel/ travailleur ou en tant qu’individu. Évitons juste à cette fin de nous servir des textes/ supports/ messages d’autrui.

Quelques idées (plusieurs réponses possibles) :

  • Défendre et argumenter vos idées, susciter le débat et la pensée critique autour de vous ;
  • Participer aux activités et actions des associations de traducteurs et interprètes pour défendre et préserver les droits de la profession et en améliorer la visibilité ;
  • Réaliser des traductions (bénévoles ou non) pour des causes qui vous tiennent à cœur ;
  • Écrire au courrier des lecteurs ou au médiateur d’un support de presse pour partager vos opinions ;
  • Ouvrir un blog d’opinion/d’économie/en tant que militant ;
  • Participer à la vie associative et politique locale (ou à plus grande échelle) ;
  • Participer en tant que traducteur (bénévole ou non) à des événements politiques, sociaux, culturels en accord avec vos idées ;
  • Participer davantage aux différents mouvements de protestation locaux (et à plus grande échelle) ;
  • Devenir militant dans l’action syndicale, et défendre vos droits et ceux des autres travailleurs ;
  • Écrire directement aux institutions et entités à l’égard desquelles vous trouvez à redire ;
  • Lancer et signer des pétitions ;
  • Relayer vos idées sur les réseaux sociaux ;
  • Préparer des pancartes pour la prochaine manif ;
  • Faire grève et suivre les prochaines manifs…

Et justement, demain, 14 novembre, je rends mon tablier (car c’est aussi une grève du travail domestique). À l’instar des piquets de grève, je quitte mon poste de travail ce soir à minuit pour 24 heures de grève générale « pour l’emploi, la solidarité et contre l’austérité ». Vous allez me dire que j’ai encore ces « mesures courageuses » en travers du clavier, et vous n’aurez pas tout à fait tort 😉 Et demain, dans les manifs, ce sont bien d’autres adjectifs que je pense mettre en exergue…

« Sous le clavier, la plage »…

 

La traductrice neutre et impartiale_capture pour billet

La traductrice neutre et impartiale_comments

 

(cliquez sur les images pour les agrandir)

Ah, février ! Ce mois tout gris (à quelques nuances près) où il fait bon travailler. Assis à son bureau, on peut quand même avoir écho de fêtes colorées aux quatre coins du globe ou des Oscars qui font trembler tout ce petit monde…

Pour moi, ni Oscars, ni Grey ; plutôt le mois des travaux d’Hercule. À l’inverse du géant, je travaille dans ma grotte, puis je me repose un peu en dehors de celle-ci. C’est alors que je reprends contact avec l’extérieur et le commun des mortels (avec sans doute une tête de zombiehéros éreinté).

Les bilans sont normalement annuels, mais ce mois de février illustre si bien tous les chantiers auxquels doitpeut avoir à s’attaquer un traducteur indépendant qu’il mérite bien un compte rendu. On y retrouve la variété, la densité et les excèsexigences de notre beau métier. Le récit de mes missions* devrait vous en donner un aperçu et nous donner un peu de visibilité. La traductrice saura-t-elle épater la galeriebriller et faire briller la profession ?

*Sachant qu’il n’y a pas que des traducteurs parmi mes lecteurs, je me permets parfois quelques précisions — inutiles pour les premiers, j’en conviens.

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I – Traduction. Il est des dossiers longs et absorbants : les recherches de documentation et terminologiques y sont colossales et le document traverse toutes les phases de rédaction, du pur brouillon au « produit fini », avec parfois relecture externe et nouveau peaufinage. Ce mois-ci : deux articles d’économie (financement des biens publics mondiaux et financement climatique, anglais-français dans les deux cas). Il y a aussi les commandes courtes, pas plus faciles pour autant, où il faut se montrer rapide et versatile : communiqués de presse (2), clauses d’une promotion pour un site financier (anglais) et correspondance commerciale + programme d’une conférence (un peu d’espagnol, tiens). Outils : traitement de texte, éventuellement logiciel(s) de TAO et consultation de nombreuses sources sur Internet et sur papier (si, quand même).

« Hâtez-vous lentement, et, sans perdre courage, / Vingt fois sur le métier remettez votre ouvrage : / Polissez-le sans cesse, et le repolissez, / Ajoutez quelquefois, et souvent effacez. » (Boileau)

 

II – Révision/relecture. Vérification d’un texte traduit par rapport au document d’origine et correction d’éventuelles erreurs de traduction, de terminologie, de langue, de registre, de localisation (adaptation au public cible). Attention aux omissions, lourdeurs, imprécisions, erreurs de chiffres/références et au manque de cohérence. Le texte en langue cible doit tenir la route et être adapté aux exigences du client. En l’occurrence : commentaires de fonds (courts avec contrainte de caractères, une douzaine), rapport semestriel d’un fonds d’investissement, guide de formation à une stratégie de marketing pour un groupe hôtelier (anglais). Traitement de texte avec modifications apparentes, éventuellement logiciel de TAO et insertion de commentaires et couleurs, etc. Après quelques années d’expérience, la relectrice rusée acceptera ces missions si elles ne consistent pas à tout réécrire…

 

III – Relecture avec mise à jour. Une mission fréquente dans le domaine financier, portant par exemple sur un prospectus financier, comme ce mois-ci. Un vrai travail de titan ! Il faut se débattre avec au moins une dizaine

de fichiers, des documents de référence et la version précédente (qui contient souventparfois des erreurs que le client a souventparfois validé) et, au p’tit bonheur la chanceéventuellement, un glossaire et un guide de style. Il s’agira de déplacer du texte, d’en biffer, de traduire de nouveaux paragraphes, voire des pages entières et de vérifier que le tout est cohérent. Y remédier, sinon.

 

IV – Traduction audiovisuelle (TAV). C’est loin d’être une tâche habituelle pour les non spécialisés dans ce secteur. On peut cependant être amené à traduire des contenus vidéo. Et en extrapolant, les missions de transcription seraient un autre débouché possible. En l’occurrence : traduction de la voix off d’un documentaire de 45 minutes du galicien vers le français (là, la traductrice jubile). Un projet entamé en fin d’année dernière pour une connaissance dont j’apprécie le travail et le talent, et effectué sur mon temps libre. De la traduction de plaisance, quoi (oui, ben n’empêche que c’est quand même du travail). Un vrai bonheur que de travailler un texte très bien écrit, dont la traduction n’en est que plus coulante.

 

V – Formation/webinaires. La formation continue s’avère indispensable, qu’elle concerne nos langues de travail ou nos domaines de spécialisation. Elle peut être également curiosité et envie de partager. Nous avons désormais accès à de nombreux cours en ligne, alors pourquoi s’en priver ? J’ai suivi, en février, le cycle de traduction littéraire de l’Asetrad (#AsetradLit, une belle occasion de découvrir le travail de confrères, d’ailleurs) + 1 webinaire sur la réglementation financière avec l’eCPD. Reporté : un. Inscription : deux (IntelliWebSearch et Xbench). Et pour briller un peu : j’en concocte un (à suivre).

 

VI – Rencontres professionnelles. Contrepoint à notre travail solitaire, les rencontres de traducteurs et autres sont toujours une bonne excuseun excellent tremplin pour apprendre et échanger. Début février, Vigo a accueilli Lenguando avec ses nombreux ateliers, ses pauses-réseautage, le fil conducteur de ces journées étant la passion des langues. Pour en savoir plus : le résumé (et l’événement relayé sur Twitter #Galenguando). J’y ai présenté un atelier ludique de création de petites histoires à partir d’erreurs d’espagnol langue étrangère (#cuentoserroríficos). Il a donné lieu à un bel échange avec le public. Par contre, pour ce qui est de ne pas angoisser la semaine précédente, de vaincre le trac et de parler en public, le résultat n’est pas brillant !

Photo Interpreton

 

VII – Interprétation. Sans conteste, la grande et autre belle surprise de ce mois de février : un marathon d’interprétation organisé par Lenguando (#Interpretón)! Une journée intense où tout en changeant d’espace à chaque exercice (d’une salle de conférence à une salle de réunion en passant par un musée et une table de négociation), nous avons renoué avec : la prise de notes, la production d’un discours, l’interprétation consécutive, simultanée, bilatérale et le chuchotage. Nous avons aussi abordé une nouvelle modalité : l’interprétation téléphonique. Adrénaline garantie. Beaucoup de stress, certes, mais j’ai été enchantée par l’expérience. J’ai toujours un faible pour la consécutive. Ça m’a donné envie de m’y remettre, vraiment :-). Une pratique/un exercice qui, du fait qu’elle se joue en temps réel, rend la maîtrise des langues plus palpable et oblige à puiser dans ses réserves et à travailler aussi la confiance en soi, la respiration, la mémoire, l’élocution et l’improvisation. Dans mon cas, ça a été plus une formation et simulation, mais beaucoup de collègues alternent missions de traduction et d’interprétation.

 

VIII – Vie associative. Les associations professionnelles font beaucoup pour nous et j’essaye dernièrement de leur consacrer plus de temps en retour. Ça donne trois

chantiers en cours avec l’association espagnole, l’Asetrad, le dossier d’inscription de sa consœur galicienne l’Agpti sur mon bureau plus seulement pour le regarder, et ma participation désormais à la commission Relations internationales de la Société française des traducteurs. Il est des travaux plus pénibles, en fait.

 

IX – Blog, réseaux sociaux, actualité. Ben si, c’est du travail. On peut ressentir le besoin de rédiger spontanément, sans être emmuré dans une traduction. Ce serait une façon de libérer son style. Et puis, il est indispensable de suivre l’actualité — pour les contenus et les concepts, mais aussi d’un point de vue linguistique pour connaître la terminologie et les usages —, celle de la profession également. Il y aura eu aussi pas mal de tweets (facile avec autant d’activités, d’articles et d’annonces !). Point à améliorer : participer aux listes de diffusion des différentes associations et autres groupes de traducteurs.

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Les avis sont partagés quant au nombre précis de travaux rapportés par le mythe. Je regrouperai donc les derniers, d’autant qu’ils pourraient aisément s’assimiler à une créature effrayante à plusieurs têtes…

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X – XI – XII – Tâches connexes. Rien de neuf sous… les pixels. Comptabilité. Une prise de têteformalité, même si pour beaucoup d’entre nous, cela ressemble au combat contre l’hydre de Lerne… Secrétariat. On joue un peu les secrétaires de direction. Il faut tenir son agenda, son carnet de commandes et sa messagerie, échanger et négocier avec les clients, organiser déplacements et journées de traducteur solitaire, etc. Pas facile de jongler entre tous ces travaux, mais pas non plus désagréable en soi. Pour alléger un peu cette lourde discipline, j’ai décidé de changer mes mauvaises habitudes : je travaillerai désormais à temps partiel dans un espace de coworking (à suivre également). Informatique et approvisionnements. Pour moi, c’est là qu’elle se trouve, et de loin, la porte des enfers. Outre les maintenances régulières, les installations et les « plantages » et réparations d’usage de logiciels, le matériel a tendance à nous jouer de vilains tours au même moment. Pour notre héros itinérant, il aura fallu étudier le terrainmarché pour renouveler deux de ses attributs essentiels. Komsikjavéksakafer. Pour l’un, c’est réglé, enfin presque : reste à l’allumer, à apprivoiser un nouveau système d’exploitation et installer tous les programmes cauchemardesquespréférés des traducteurs… Pour l’autre, notre héros est resté immobile comme une statue… C’est loin d’être gagné, mais je compte bien persévérer.

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Vous ne vous demandez sans doute plus pourquoi vous ne m’avez pas trop vu perdre mon tempsflâner sur Facebook ce mois-ci, ou pourquoi vous ne m’avez pas vue tout court.

Moi, je me demande toujours si février a vraiment l’air plus court que les autres mois. À moins que je n’aie déjà la réponse à ma question : pour un indépendant, quelques jours comptent et il faut s’évertuer en 28 jours calendaires à obtenir le même résultat que lors du mois guerrier qui suit par exemple. Autant dire que cela peut relever de l’exploit.

Je le retiendrai d’ailleurs comme légendaire ce mois de février… Je serai très contente de sortir de ma grotte, évidemment, et de me remettre en mars. Mais j’ai été aussi très satisfaite d’abattre des montagnes, de cultiver discipline et concentration et de mesurer ma résistance, et ce malgré tout de même quelques colères. Je ne vous livrerai pas le nombre d’heures travaillées, c’est juste indécent. J’ai quand même profité de quelques activités. Du coup, je n’ai pas eu l’impression d’avoir entièrement sacrifié l’équilibre vie professionnelle-vie privée. En tant qu’indépendante, je suis bien consciente que certains mois, on a intérêt à tout donner. Et à ne pas rester à court d’idées… (à court de photos pour le blog, ça peut arriver…)

Mission(s) accomplie(s), non ?

 

Mars est finalement arrivé. Bon ben pour le repos du guerrier, on verra ça plus tard…

Je n’ai pas pu résister : ce matin, j’ai envoyé un message non confidentiel pour participer à un jeu gratuit, sans gains ni bonus à la clé et, ma foi, assez honnête sur le principe. Je n’ai rien à cacher. La preuve en image :

TT banquier suisse

Sans contrefaçon, c’est la première fois que je suis complice d’un Trending Topic sur Twitter (), ou pour parler vrai, que je participe aux tendances du jour sur ce réseau social, pour autant que je me souvienne. J’ai des mots-dièse habituels, d’ailleurs cités sur mon profil et liés aux sujets qui nous passionnent, nous traducteurs indépendants : , , , , , . De manière générale, je suis l’actualité plutôt que je ne la commente, sauf pour quelques jeux de mots — Twitter en regorge (d’ailleurs, ils auraient pu lui mettre un jabot rouge, ça aurait bien reflété comment la toile peut s’enflammer à coup de polémiques). Et je programme habituellement mes tweets. Même si je reconnais avoir un penchant pour ce réseau en particulier (la limite de caractères imposée invite à la créativité et exige une rédaction épurée), je ne suis pas connectée en continu, loin de là. Mais je l’utilise suffisamment pour être un twittos dans le vent…

Les titres de film des autres twittos sont vraiment très drôles, voire carrément décapants (bon, bien sûr, ça n’était pas très difficile comme jeu). Quant à ma proposition, elle reste très modeste. Et très gentille. Et ne me satisfait pas. En même temps, j’utilise Twitter pour travailler, je ne peux pas passer ma journée à m’amuser ni saturer mon profil de tweets inopportuns et j’ai gazouillé ça à la va-vite. Mais il faudra tout de même y remédier ; les banquiers suisses fraudeurs ne peuvent s’en tirer à aussi bon compte. Je passe aux aveux : dans le même genre, le mot-dièse  donne des résultats tout aussi intéressants. Alors, j’ai récidivé :

Hervética

 

(Cliquez pour agrandir | « C’est sûr qu’il va falloir une nouvelle police ayant du caractère ! »)

Ça m’a donné une idée de nouvelle traduction pour « Trending Topic » : je propose « Remets une pièce ». Plutôt fort à propos pour des banquiers, non ?

Quant à la multirécidive, ça donne ça :

Récidive

(Cliquez pour agrandir)

De source sûre, l’actualité interpelle et la raison de ces gazouillis est qu’un traducteur spécialisé dans le domaine financier ne saurait y être insensible à cette actualité, vite relayée en tendances souvent « second degré ». Et encore moins, s’il a assisté à la dernière Université d’été de la traduction financière, organisée par la SFT à Bruxelles (sur Twitter : #UETF14 !)*. Je publierai à nouveau bientôt cette chronique à cette adresse. L’ancienne adresse du blog est encore accessible, mais plus pour très longtemps, et cette chronique fait partie des billets à mettre à la une. Le sujet de l’évasion fiscale en Suisse y avait été abordé notamment par La femme qui en savait vraiment trop (sauf que là, ça n’est pas un titre de fiction) et avait alimenté la réflexion bien au-delà de la pause-café. Je ne dois pas être la seule à avoir une pensée pour elle ces jours-ci.

Ni à me dire que SwissLeaks et Offshore Leaks risquent bien d’être des (les ?) sujets tendances dans les traductions financières au cours des prochaines semaines. Reste à voir ce qu’on en fera. L’industrie risque une nouvelle fois d’imposer le diktat de l’anglais, en d’autres termes de filer à l’anglaise et d’envoyer le traducteur aller se faire voir chez les Grecs. Enfin, pardonnez-moi l’expression : ça n’est déjà plus tendance.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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